Los ataques de pánico durante el duelo
Los ataques de pánico durante el duelo ocurren porque el proceso de pérdida genera una fuerte respuesta emocional y física. Hay varias razones por las que pueden presentarse:
1. Estrés y ansiedad elevados
El duelo es un evento altamente estresante. La pérdida de un ser querido puede generar una sensación de incertidumbre y miedo al futuro, lo que activa el sistema nervioso y puede llevar a ataques de pánico.
2. Activación del sistema de lucha o huida
El cuerpo interpreta la pérdida como una amenaza, activando la respuesta de “lucha o huida”, lo que puede provocar síntomas como taquicardia, falta de aire y sensación de peligro inminente.
3. Recuerdos o gatillos emocionales
Ciertos lugares, fechas, olores o pensamientos pueden desencadenar una ola de emociones intensas que el cuerpo traduce en una crisis de pánico.
4. Sensación de pérdida de control
El duelo puede hacer que una persona se sienta vulnerable y sin control sobre su vida, lo que puede generar miedo intenso y, en algunos casos, ataques de pánico.
5. Hipervigilancia y miedo a la muerte
Cuando alguien cercano fallece, es común volverse más consciente de la propia mortalidad. Esto puede generar ansiedad y miedo extremo, lo que puede desencadenar un ataque de pánico.
6. Cambios en el cuerpo y el sueño
El duelo puede afectar el sueño, la alimentación y la energía, debilitando la capacidad del cuerpo para manejar el estrés, lo que facilita la aparición de ataques de pánico.
7. Depresión y trauma no procesado
Si la pérdida fue traumática o la persona ya tenía antecedentes de ansiedad o depresión, es más probable que el duelo intensifique estos síntomas y provoque ataques de pánico.Si estos ataques se vuelven frecuentes o interfieren con la vida diaria, es recomendable buscar ayuda profesional.
Los ataques de pánico pueden ocurrir durante un proceso de duelo, especialmente cuando la persona experimenta una intensa angustia emocional por la pérdida. El duelo puede generar altos niveles de ansiedad, y en algunos casos, desencadenar ataques de pánico con síntomas como:
- Palpitaciones o taquicardia
- Sensación de ahogo o falta de aire
- Mareo o aturdimiento
- Sudoración excesiva
- Miedo a perder el control o volverse loco
- Sensación de irrealidad o desconexión
Esto puede ocurrir porque el duelo activa respuestas de estrés en el cuerpo, y si la persona ya tiene antecedentes de ansiedad, es más probable que experimente ataques de pánico. Además, ciertos pensamientos o recuerdos pueden detonar estas crisis de forma inesperada.
¿Cómo manejarlo?
Si experimentas ataques de pánico durante el duelo, aquí hay algunas estrategias que pueden ayudar:
- Respiración controlada: Inhalar lentamente por la nariz, sostener el aire unos segundos y exhalar por la boca.
- Reconocer el ataque de pánico: Recordar que es temporal y que pasará.
- Ejercicios de conexión con el presente: Focalizarse en los sentidos (por ejemplo, tocar un objeto, notar su textura, describir lo que ves).
- Buscar apoyo: Hablar con amigos, familiares o un terapeuta.
- Terapia: Un profesional puede ayudar a procesar el duelo y manejar la ansiedad.